Realizan primera cirugía ICL en Chiapas




El ICL, un pequeño lente plegable de colámero, hidrofílico, con alto nivel de transparencia, flexibilidad y elasticidad, corrige defectos refractivos no resueltos con cirugía láser. 

(Amir Hernández)

  • Es un pequeño lente flexible que supera al láser, que se coloca entre el cristalino y el iris.
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Por Amir Hernández


Un médico chiapaneco realizó en el estado la primera implantación del lente de contacto intraocular (ICL por sus siglas en inglés de Implantable Collamer Lens), para la corrección de defectos refractivos no resueltos con cirugía láser, a la cual supera en exactitud, comodidad y seguridad.
Entrevistado el pasado 2 de febrero en su consultorio en Terán, antes de efectuar en una mujer de 23 años de edad la primera operación con esta tecnología de punta, el galeno Juan Carlos Arrazola Vázquez dio a conocer que “el ICL está indicado para la corrección de miopías altas –hipermetropía, miopía y astigmatismo, hipermetropía y astigmatismo, astigmatismo, astigmatismo mixto y bajas potencias– y para los que no son candidatos a la cirugía láser”.
Tras señalar que en México sólo existen cinco médicos certificados para realizar este tipo de cirugías, Arrazola Vázquez explicó que el ICL es un pequeño lente plegable de colámero, hidrofílico, altamente compatible y con alto nivel de transparencia, flexibilidad y elasticidad.
Cada lente es personalizado; es decir, “es diseñado a las medidas individuales del paciente en el laboratorio Staar Surgical en Suiza. Durante las consultas se toman los requerimientos y se manda traer a Europa”.
 “La cirugía –por ojo– tarda de 15 a 20 minutos y –el ICL– se aplica entre el cristalino y el iris. Es una solución efectiva para ver bien y mejor, para reducir la dependencia de los anteojos, es más seguro que el láser, no duele y la recuperación es casi ipso facto, abundó.
Detalló que “el lente está diseñado para ser implantado entre el cristalino y el iris, a través de una pequeña incisión de 3.2 ó 3.0 milímetros, realizada en cornea clara y no requiere sutura para su cierre, lo que evita el astigmatismo inducido quirúrgicamente”.
Según explicó, previo a la implantación del ICL se aplican unas gotas de anestesia tópica, se realiza la incisión y se introduce viscolástico –sustancia gelatinosa que actúa como protector de las estructuras oculares–, con la ayuda de un inyector, el ICL se coloca por delante del iris. Luego el lente es situado cuidadosamente entre el cristalino y el iris.
A pregunta expresa, el médico hizo hincapié en que pasadas unas horas tras la cirugía, el o la paciente podrá abandonar la clínica y volver a sus actividades cotidianas.
Juan Carlos Arrazola Vázquez es médico oftalmólogo egresado de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), fellowship en catarata, cornea y cirugía refractiva en Narayana, India.



Comentarios

Anónimo dijo…
Hola, mi nombre es Sergio Aguirre y fui beneficiado con un trasplante de córnea en ojo derecho en el 2002. Mi ojo izquierdo tiene desprendida la retina y pese a una cirugía, apenas percibo luces con él por afectación en nervio óptico. Actualmente uso un lente de contacto con 8 dioptrías para corrección de miopía y lentes de armazón con 6 dioptrías para corrección da astigmatismo y con un eje de 165 grados. La córnea trasplantada se encuentra trasparente y con magnifica adaptación. Sin embargo debido al párpado caido, el lente de contacto se llena de grasa y resulta bastante molesto. Posterior a tantas especificaciones, mi pregunta es si existe posibilidad de operarme con este método de lente intraocular plegable despúés de analisar el nivel celular corneal.
Agradezco la atención al presente.
mi correo electrónico es acsa65@live.com.mx

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