Se casaron hace 75 años en Chiapas, en 1936
BODA DE DIAMANTE * Ella tenía 19 años de edad, él 18. La prudencia, fórmula del éxito, dicen.
Por Amir Hernández
En una celebración poco común en los tiempos posmodernos del siglo XXI, una pareja de la región Fraylesca festejó su boda de diamante: 75 años de casados.
Se enlazaron el 21 de julio de 1936, hace 75 años, en el Templo del Señor de Esquipulas de Villaflores. Ese día Doña Rosario Genovez Pérez tenía 19 años y Don Ireno García López, 18, dijeron ambos de manera lúcida.
“Nos han dicho –nuestros abuelos– que su fórmula, su secreto, su clave para lograr el éxito es la prudencia”, mencionaron los nietos de la pareja García Genovez.
“Prudencia para mantener el amor mutuo, del que se deriva el respeto y por ende la comunicación”, añadieron.
Mientras la boda religiosa, hace 75 años, fue en el templo del Señor de Esquipulas –hoy los parroquianos lo llaman catedral, por su nueva construcción–, la ceremonia civil fue en la Oficialía del Registro Civil que en 1936 estaba ubicada en la Segunda Sur entre Segunda y Tercera Oriente, justo donde en los años ochenta y noventa estaba conocido restaurante especializado en carnes y mariscos.
Decenas de familiares, entre hijos, nietos y bisnietos, acompañaron a Doña Rosario Genovez Pérez y Don Ireno García López en su boda de diamante que solemnizaron en la capilla de San José en Villaflores.
La misa fue presidida por el padre Víctor Manuel Bustamante Pérez, quien en su sencilla homilía abundó en la virtud de la prudencia, el mismo que la pareja aconseja practicar a sus hijos y nietos.
Después de la celebración eucarística, donde agradecieron a Dios ser la causa de su unidad matrimonial, la familia García Genovez continuó con los festejos.
“Como nieto son un gran ejemplo, no hemos visto pleitos ni separaciones temporales, siempre han estado unidos”, compartió a este reportero un nieto de la pareja.
Insistió: “De ella he aprendido a darle su lugar a mi esposa, ayudarla, protegerla, respetarla, nunca hacerla menos. De él, amar el trabajo”.
Mientras Doña Rosario siempre ha estado a cargo de la casa, Don Ireno se ha dedicado al cultivo y comercialización del café. Incluso, ambos, a su edad, continúan viajando, principalmente al Distrito Federal y Huatulco, donde tienen familiares.
Mientras Doña Rosario siempre ha estado a cargo de la casa, Don Ireno se ha dedicado al cultivo y comercialización del café. Incluso, ambos, a su edad, continúan viajando, principalmente al Distrito Federal y Huatulco, donde tienen familiares.
Tienen ocho hijos, Fulvia, Romeo, Esther, Candelaria (+), Josefa, Mario (+), Yolanda (+) y Jorge; 29 nietos, 54 bisnietos y 10 tataranietos.
El hecho conmocionó a los villaflorenses. Y es que, dijeron, “hoy las parejas ya no duran tanto”.
El hecho conmocionó a los villaflorenses. Y es que, dijeron, “hoy las parejas ya no duran tanto”.
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