Maya Vinic: impulsados por la virtud de Acteal
- Es una Sociedad Cooperativa
de Cafeticultores y Apicultores Orgánicos de los Altos de Chiapas que nació
tras la masacre del 22 de diciembre de 1997.
Por Amir Hernández
A 14 años de la
masacre de Acteal, la herida no ha cicatrizado; sin embargo, la memoria de los
caídos no dobló sino fortificó al grupo de desplazados para comenzar desde 1999
el proyecto conocido actualmente como “Maya Vinic” –fonética de Maya Winik
que significa Hombre Maya en tsotsil–, una organización de productores y
exportadores de café y miel orgánicos más consolidadas de Chiapas.
Pablo Vázquez Ruiz, presidente de la
Sociedad Cooperativa de Cafeticultores y Apicultores Orgánicos de los Altos de
Chiapas Maya Vinic, reveló que para la organización no ha sido fácil
llegar a donde está.
Sólo en 2010 “Maya Vinic” logró
exportar 90 toneladas de café, 40 de ellas a Japón y 50 a Estados Unidos.
La organización, cuya sede central
está en Acteal, municipio de Chenalhó, vendió a Bélgica 13 toneladas de miel en
2010 y este año ha comercializado 23 toneladas al mismo país.
Con la asesoría de los mercadólogos Antonio
Mata Coello y Óscar Gordillo Sánchez, el pasado 16 de diciembre la organización
inauguró Cafetería Maya Vinic en el corazón de San Cristóbal de Las
Casas, exactamente frente al Arco de El Carmen, en el Andador Eclesiástico.
“Además de ofrecer café orgánico de
altura, el cual es molido frente al cliente, brindamos el servicio para
degustar el sabor y olor del buen café, a sólo dos cuadras de la plaza central
de San Cristóbal, cuyo encargado es Hilario Ruiz Hernández”, señaló Pablo
Vázquez Ruiz.
A pregunta expresa, el líder de Maya
Vinic afirmó que el café y la miel orgánicos son cultivados por 521 socios.
“Son pequeños productores que trabajan
desde una hectárea el café mundo novo, caturra, marago, en
tierras de Chalchihuitán, Pantelhó, Palenque y por supuesto Chenalhó, donde se
encuentra Acteal”, agregó.
Añadió que Maya Vinic está
certificada para garantizar por escrito al consumidor que sus productos son de
altura y orgánicos.
Maya Vinic: El dolor de Acteal convertido
en virtud
Para don Pablo Vázquez Ruiz, a la
organización Maya Vinic no le ha sido fácil llegar a donde hoy se
encuentra.
Tampoco han olvidado “ni olvidarán” la
masacre de Acteal el 22 de diciembre de 1997, cuando 45 “hermanos católicos”
suyos fueron asesinados mientras oraban en el templo.
Acompañado de Hilario Ruiz Hernández,
de los mercadólogos Antonio Mata Coello y Óscar Gordillo Sánchez, así como de
los miembros de la organización no gubernamental Japan International
Cooperation Agency (JICA), Kiyoshi Kamatsu, barista; Eri Senami, instructora en
calidad y servicio; y el profesor Juan Junichi Yamamoto, presidente de Keio
Fair Trade Project, don Pablo relató que “Maya Vinic” nació dentro de la
sociedad civil “Las Abejas” el 30 de
julio de 1999, después de que se reunieron para analizar su destino y el futuro
de sus comunidades tras la masacre de Acteal y ser excluidos de la organización
Majomut.
Refirió que en ese contexto prevalecía
el abuso de los coyotes o intermediarios que les compraban el café a
precios bajos, mientras la mayoría de los socios atravesaba una grave situación
económica.
“Ese día se acordó formar una Sociedad
Cooperativa de Producción de Café Maya Vinic, todos dispuestos a
trabajar con solidaridad, justicia y
dignidad”, expresó.
El líder de los cafeticultores de
Acteal defendió que el proyecto fue concretado gracias a la solidaridad y
subsidiaridad de personas de buena voluntad y de organizaciones locales,
nacionales e internacionales, entre ellos Mónica Phill, una estadounidense que
arribó a Acteal en 1999 y conoció el ideal de la organización, agrupaciones de
Derechos Humanos, entre ellos “Fray Bartolomé de Las Casas”, sacerdotes
católicos y JICA
Indicó que en 2001 con su hermano
Agustín al frente de Maya Vinic –con 700 socios, después la cifra
descendió– comenzaron a exportar a Estados Unidos, gracias a Phill;
inmediatamente entrarían al mercado de Tuxtla Gutiérrez y Tapachula.
Durante este periodo, una empresaria
de Motozintla robó 6 millones de pesos a la compañía, de los cuales sólo
recuperaron 2 millones que les entregó el Gobierno.
A más de una década de su institución,
Don Pablo aseveró que Maya Vinic ha crecido. “Hoy tiene 521 socios –él
tomó el mando con más de 400 cooperativistas–, con las ganancias se construyó
una bodega en Acteal, se compraron terrenos, un vehículo tres toneladas, una
Estaquitas Nissan, terrenos en San Cristóbal de Las Casas, maquinaria para
seleccionar el café tipo europeo”.
Sin que aún piensen en la creación de
franquicias, con una inversión inicial de 350 mil pesos los socios de Maya
Vinic abrieron la primera cafetería en San Cristóbal de Las Casas, la cual está
al frente Hilario Ruiz Hernández, con seis meseros, un barista y un tostador.
“Jamás pensé que el proyecto llegaría
hasta donde hoy está. Ya no hay relación con los coyotes, hoy nosotros
sembramos, cultivamos, producimos y vendemos. Tenemos contratos que no son
vulnerables a los cambios en el mercado”, citó con optimismo don Pablo.
De manera institucional, Maya Vinic
hoy es una empresa indígena dinámica y responsable, con una base organizacional
sólida y participativa.
Su misión es promover el desarrollo
social y económico de las comunidades por y con sus miembros.
Relativo a los valores, practica el trabajo
común organizado, la igualdad, la justicia en el trabajo común, la democracia,
las ganancias son compartidas, promueve el respeto, la tolerancia y la conservación
de los recursos naturales; asimismo, práctica el comercio justo y sin
intermediarios.
En diciembre de 2001, Maya Vinic y la
Sociedad Civil “Las Abejas” recibieron el “Premio de los Derechos Humanos de la
República Francesa”.
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