Denuncian invasión en el cerro Nambiyuguá

Roza de acahuales, brechas con fines de cercar y explotar las montañas e invasión de terrenos nacionales, a unos 800 metros de altura del denominado “Cerro Brujo” considerado uno de los “pulmones” de la Fraylesca ; piden actuación de las autoridades de Medio Ambiente


Por Amir Hernández


Participantes de la tercera caiticaminata ecológica denunciaron la afectación provocada en el cerro “Nambiyuguá”, en Villaflores, al encontrarse actividades de roza de acahuales, brechas con fines de cercar y explotar las montañas e invasión de terrenos nacionales, a unos ochocientos metros de altura en del denominado “Cerro Brujo” considerado uno de los “pulmones” de la Fraylesca.
Ayer, convocados por una asociación civil, niños jóvenes y adultos, acompañados de tres guarda-parques, subieron montañas arriba del “Nambiyuguá”, en el marco de la “tercera caiticaminata ecológica” y aunque todavía se encontraron con la milenaria “espadaña”-(en peligro de extinción) y una extensa biodiversidad, también constataron los daños “hormiga” y afectación abierta del coloso.
Hicieron un llamado a las autoridades relacionadas con la protección de la flora y fauna de Chiapas a intervenir y frenar inmediatamente los daños al Nambiyuguá, así como aligerar el proceso de trámites para decretarse como área protegida de carácter federal o estatal como lo han solicitado diferentes instituciones, entre ellas la Facultad de Ciencias Agronómicas, Campus V, y diferentes organizaciones Civiles.
El cerro Nambiyuguá se localiza en el municipio de Villaflores. Es un área 5 mil 800 hectáreas de gran importancia que conforma un corredor natural con las reservas de la biosfera La Sepultura y El Triunfo.
Posee importantes especies de flora y fauna, tales como: bosques de pinos, encinos, once especies de orquídeas, plantas de palma camedor, espadaña y animales silvestres en peligro de desaparecer como venados, tepezcuintles y algunos ejemplares de dantas y jaguares.
En el recorrido de cuatro horas hasta llegar a unos mil 200 metros -sitio de las espadañas- los caiticaminantes escucharon atentos la explicación de  los guardaparques Dìlex Sánchez Sánchez y Humberto Álvarez,  sobre la función de las aves para proteger el bosque, la función de los reptiles, anfibios, mamíferos y la identificación de plantas no venenosas, previa entrega de copias del texto denominado “Cerro Nambiyuguá, montaña llena de fantasías, mitos y leyendas”.
La caiticaminata contempló la visita de la toma de agua de “La Sirena”, una de la abastecedora de agua de los cerca de 50 mil habitantes de la ciudad, encontrándose a su mínima capacidad a pesar de estar ubicada al pie del “Cerro Brujo”, de ahí la imperiosa necesidad de protección y restauración de estas montañas del patrimonio nacional y de Chiapas, coincidieron los caminantes.
La “tercera caiticaminata” se caracterizó por la convivencia entre padres e hijos y la  naturaleza, especialmente al momento del desayuno en la zona conocida como “El Manguito” en donde hubo intercambio de desayunos: huevos con camarón, huevos con chorizo, frijoles refritos, plátanos fritos, tasajito seco frito, pozol frío de cacao de “Tía Lupita”, y porque su convocatoria a voluntarios fue a través de las redes sociales.
Especial atención mereció la espadaña, planta milenaria de la que se dijo se cuentan con unas 2 mil 200 en los terrenos del Nambiyuguá, aunque por su explotación irracional para venderla en el mercado negro hasta en 10 mil pesos y su uso en fiestas religiosas, se encuentra en peligro de extinción irreversible.
El contingente excursionista reconoció el esfuerzo de la señora Lucita Sánchez, de 70 años de edad, quien sin mayor alteración hizo el recorrido hasta llegar a la cima del Nambiyuguá, descalza.
Los organizadores adelantaron que la próxima caiticaminata se hará en la zona de cerros del ejido Cristóbal Obregón.


La milenaria planta “espadaña”, usada para comercializarla o en fiestas religiosas. 

Cerca colocada por campesinos, a unos 800 metros de altura del cerro Nambiyuguá o Brujo, considerado uno de los “pulmones” de la Fraylesca. 

Ciudadanos que participaron en la excursión en la montaña Nambiyuguá o Cerro Brujo. 



Una de las especies de serpientes no venenosas, comúnmente llamada "petatillo" que encontraron los caiticaminantes en su camino al subir el cerro. fue curioseada con respeto a su vida por chicos y grandes para después ser devuelta a su hábitat.

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